Temporada Ciclónica
Con la entrada del verano, las aguas del Océano Atlántico, del Mar Caribe y del Golfo de México aumentan su temperatura, lo que se ha demostrado que contribuye significativamente a la formación de los ciclones(huracanes), debido a eso se ha establecido como Temporada Ciclónica para esta región el período, comprendido entre el 1 de junio hasta el 30 de noviembre de cada año.
Aunque puede haber ciclones o tormentas tropicales durante todo el año (excepto Marzo). En el Golfo de México y el Caribe Occidental, por ser aguas más tranquilas, el calentamiento precede al resto, originándose allí los primeros sistemas ciclónicos de la temporada.
A medida que avanza el verano el sol se va desplazando a latitudes más boreales (hacia el norte) de modo que los huracanes se producen al norte del Caribe y se desplazan, debido al movimiento de rotación de la Tierra, hacia el Oeste, arribando frecuentemente a la costa Este de Estados Unidos después de haber pasado por los países del Caribe (especialmente Puerto Rico, República Dominicana, Haití Cuba, Las Bahamas).
Primero arriban a la costa de Florida y, a medida que avanza el verano del hemisferio norte (agosto – septiembre) y según la potencia del huracán, pueden llegar a los estados centrales de EE.UU e incluso a los más norteños de la costa atlántica y avanzar continente adentro.
Al final de la temporada, cuando el agua comienza a enfriarse otra vez, los huracanes se forman nuevamente en el Caribe y el Golfo.
Clasificación de los Ciclones Tropicales
De acuerdo con la intensidad de sus vientos sostenidos se clasifican en:
- Depresión tropical: Es un sistema organizado de nubes con una circulación definida y cuyos vientos máximos sostenidos son menores de 62 km/h (33 Kt). Se considera un ciclón tropical en su fase formativa. Puede formarse lentamente a partir de una perturbación tropical o de una onda de los vientos del Este que no alcanza a organizarse.
- Tormenta tropical: Es un sistema organizado de nubes con una circulación definida y cuyos vientos máximos sostenidos fluctúan entre 62 y 118 km/h (34 a 63 Kt).
Huracán: Es el más severo de los fenómenos meteorológicos conocidos como ciclones tropicales. Se caracteriza por un intenso centro de baja presión, rodeado de bandas nubosas dispuestas en forma de espiral que giran alrededor de su centro (ojo del huracán) en sentido contrario de las agujas del reloj en el Hemisferio Norte y en el mismo sentido de las agujas del reloj en el Hemisferio Sur, produciendo vientos que sobrepasan los 119 km/h (64 Kt) y provocando lluvias torrenciales. Vientos de más de 240 km/h han sido medidos en los huracanes más intensos.
Temporada Ciclónica en República Dominicana
Entre 1871 – 1998 un total de 21 huracanes han afectado nuestro país, siendo los más intensos por sus efectos los siguientes:
- Huracán San Zenón (3 de Septiembre de 1930),
- Huracán Flora (3 de Octubre 1963),
- Huracán Inés (26 de Septiembre 1966),
- Huracán David (31 de Agosto 1979), seguido poco después por la tormenta Federico ,
- Tormenta Hortensia (en 1996), y
- Huracán Georges (22 y 23 de Septiembre 1998).
Nuestra nación por su ubicación geográfica, el tipo de terreno que está formado, agravado esto por situaciones del nivel socioeconómico de gran parte de su población, es propensa a los devastadores efectos de la Temporada Ciclónica, no únicamente en lo que conocemos como la Temporada Ciclónica, sino en otras épocas del año por igual.
En la República Dominicana tenemos una gran cultura de la prevención. Por nuestras experiencias a lo largo del tiempo ante estos fenómenos meteorológicos, sabemos que es vital que la población esté bien informada, que conozca la naturaleza del fenómeno, sus causas, sus efectos y, en la posible afectación del huracán, que esté al tanto de todas las acciones que lleva a cabo las Instituciones del Estado Dominicano para salvaguardar su seguridad.
Plan de Emergencia
La amenaza para el país que suponen la Temporada Ciclónica, por las lluvias, inundaciones, derrumbes, caídas de árboles y daños a viviendas que puedan provocar, nos obliga a estar siempre preparados, lo que conlleva una mitigación de los posibles daños en la temporada ciclónica.
El Comité Nacional de Emergencia recomienda como uno de los primeros pasos para la preparación tener un plan de emergencia para nuestra propia familia, de manera que el huracán no nos tome desprevenidos, estemos conscientes del nivel de seguridad de nuestra vivienda y podamos reforzar los puntos vulnerables.
Medidas simples a incluir en un plan familiar de preparación incluyen:
- Limpiar los techos, asegurar los tinacos y cualquier objeto que pueda tumbar el viento.
- Hacer una lista de los muebles y objetos que se necesitaría guardar en la casa o asegurar, como zafacones, muebles de patio y plantas.
- Revisar las condiciones de sus instalaciones de gas, eléctricas, inversores y baterías.
- Disponer de recipientes para almacenar suficiente agua.
- Mantener en nuestro patio o jardín los árboles y arbustos podados.
- Integrarse en la comunidad y exhortar a los vecinos a hacer su propio plan familiar o de la comunidad.
- Decidir dónde quedarse durante la tormenta en caso de vivir en un área vulnerable o de evacuación.
Estas medidas de preparación son válidas durante toda la temporada de huracanes.
En el caso de que se emitan avisos de huracán o de tormenta, la Oficina Nacional de Meteorología recomienda entre otras acciones:
- Preparar reservas de agua
- Proveerse de suficientes alimentos no perecederos. Si se tienen niños pequeños disponer de alimentos especiales para varios días.
- Reforzar las ventanas, puertas y techos de zinc.
- Proteger las ventanas y puertas de cristal
- Recoger o asegurar aquellos objetos sueltos en el techo o en los alrededores de la casa.
- Asegurar las pertenencias personales y documentos
- Proveerse de lámparas de gas, linternas y velas y equipos que funcionen con baterías (ej: radio)
Es muy importante permanecer pendientes de las instrucciones que emitan el Centro Nacional de Operaciones de Emergencias y la Defensa Civil antes y durante una tormenta o huracán.
Fuentes: Defensa Civil, Oficina Nacional de Meteorología, Unicef, EducanDo